"El Desafío de la IA: Mantener la Capacidad de Razonar en un Mundo automatizado"
- hace 6 días
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Como abogado con una gran pasión por la #Blockchain y la #InteligenciaArtificial. A lo largo de mi participación en debates jurídicos y académicos, he reflexionado sobre una preocupación creciente que quiero compartir.
A lo largo de los siglos, las tecnologías han transformado nuestras vidas, mejorando aspectos esenciales como la comunicación y la salud, y empujándonos hacia nuevas formas de existencia. Estos avances han sido cruciales para el progreso de la sociedad.
Sin embargo, hoy estamos viviendo un cambio sin precedentes: una tecnología que puede generar respuestas a partir de patrones. Lo impactante es que esta herramienta, que antes era novedosa, se ha vuelto común, prometiendo resultados inmediatos.
Al principio, esto parece positivo. Las herramientas basadas en IA reducen el tiempo que dedicamos a tareas cotidianas, lo que parece una ventaja.

Pero lo preocupante es que, detrás de esta promesa de ahorro de tiempo, muchos han comenzado a delegar todo a la tecnología, aceptando sin cuestionarlo el resultado de una máquina como solución final.
En algunos contextos esto puede ser aceptable, pero en el ejercicio profesional, especialmente en mi labor como abogado, estamos perdiendo algo fundamental: nuestra capacidad para debatir, razonar y llegar a conclusiones propias.
Las buenas ideas y discusiones profundas surgen de procesos mentales complejos, y estamos dejando que las máquinas hagan ese trabajo por nosotros, simplificando nuestra manera de procesar la información.
Si no formulamos argumentos sólidos, los algoritmos decidirán por nosotros, y comenzaremos a pensar de la misma manera.
Nos hemos aferrado a la idea de que "la IA ahorra tiempo", y bajo esta premisa, muchos profesionales y estudiantes prefieren centrarse en los resultados inmediatos sin cuestionar los procesos detrás de ellos.

La IA no debe sustituir el pensamiento humano, sino potenciarlo. Utilizarla con criterio es la clave.
Por eso, en mis programas de formación en IA, tanto para abogados como para equipos corporativos, empiezo con lo esencial: ética, criterio y el uso responsable. Enseño a diseñar preguntas basadas en el razonamiento personal, no predeterminadas. Solo así podremos validar los resultados que nos ofrece la IA. Este es el propósito de mis clases.
Y, tal vez, el reto más grande es enseñarle a mi hija de seis años el valor de este proceso. Para ella, la IA será parte de su vida, pero lo que nunca debe perderse es la capacidad de pensar y construir argumentos.
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