La creatividad no es un talento reservado a unos pocos, sino una forma de pensamiento que todos podemos cultivar. En el trabajo, significa mirar los retos con ojos nuevos, conectar ideas que antes parecían inconexas y encontrar soluciones más simples y útiles. Este curso propone entender la creatividad como una competencia práctica y estratégica, esencial para adaptarse a la incertidumbre y mantener la innovación viva en cualquier sector.

El participante explorará los factores que estimulan la imaginación: curiosidad, apertura mental y capacidad de observación. Comprenderá cómo surgen las ideas relevantes y por qué algunas prosperan mientras otras se diluyen. El objetivo no es producir genialidades, sino aprender a transformar pequeñas mejoras en avances reales.

También se reflexiona sobre el valor de la colaboración creativa. Las mejores ideas nacen del intercambio de perspectivas diversas. Saber escuchar, sumar y construir en colectivo potencia los resultados y refuerza la motivación de los equipos.

Al finalizar, el alumno poseerá un método mental para abordar problemas con flexibilidad y confianza. La creatividad se convierte así en un hábito profesional, una actitud ante la vida laboral que impulsa la mejora continua y el aprendizaje constante.